Logo de la convocatoria del Presidente Obama |
En estos días el Presidente Obama está ocupadísimo buscando el apoyo del pueblo americano para enviar un mensaje contundente al Congreso (particularmente a sus miembros del Partido Republicano): de que aprueben el American Jobs Act lo antes posible. El propuesto plan, que incluye el emplear a miles de americanos desempleados para reconstruir escuelas, reparar puentes y carreteras, emplear maestros e incentivar empleadores con reducciones de impuestos, entre otras cosas, se ha estado debatiendo en los medios en un momento en el que Wall Street está siendo ocupada por los llamados indignados siguiendo el ejemplo de movimientos de protesta en Barcelona, Madrid, Atenas, y Londres recientemente. Obama se caracterizó indudablemente (al menos en su campaña presidencial) por ser un líder carismático e innovador que rompió esquemas. Ahora, y como parte de sus estrategias, el presidente mira la historia de momentos frágiles de la economía de los Estados Unidos e impulsa iniciativas que en décadas previas tuvieron éxito en el desarrollo de soluciones temporeras a problemas financieros. Me refiero particularmente a estrategias relacionadas con el estímulo de la creación artística durante la administración del Presidente Franklin D. Roosevelt. En los 1930s como parte del New Deal se creó el Works Progress Administration (1935). Una de sus ramas más significativas en el desarrollo del arte americano del siglo XX lo fue el Federal Arts Project. Este último se crea con el objetivo de emplear artistas desempleados para que crearan obras con las que decorar espacios públicos y a su vez educar al pueblo. El WPA empleó a más de 8,500,000 personas en un periodo de aproximadamente 8 años, muchos de éstos fueron artistas adscritos al Federal Arts Project. Estos artistas, muchos de los cuales se convirtieron en íconos del arte americano poco tiempo después, crearon afiches para promover el arte americano, la literatura y el teatro, así como para educar a la población, pinturas, murales, esculturas y monumentos para escuelas, hospitales y parques. Entre los artistas que participaron del WPA están figuras como Romare Bearden, Stuart Davis, Thomas Hart Benton, Jacob Lawrence, Lee Krasner, John Marin, Diego Rivera, Mark Rothko, Ben Shan y Grant Wood, entre muchos otros. La lista es extensa e impresionante; fueron muchos de estos artistas los que conformaron un arte americano vernáculo y contemporáneo al mismo tiempo--claro está con las debidas excepciones.
Ahora, el Presidente Obama lanza una campaña que aunque no es lo mismo que lo que fue la WPA por supuesto, sin embargo combina los esfuerzos de emplear grandes cantidades de personas para aliviar un poco la crisis económica. Y como parte de este esfuerzo ha hecho una convocatoria nacional para el diseño de afiches que promuevan los puntos principales del American Jobs Act y la reelección del presidente. La convocatoria que lleva por nombre y lema Art Works: A Poster Contest to Support American Jobs estará aceptando propuestas hasta el 4 de noviembre de 2011 y según su página, los doce diseños finalistas se abrirán a votación. En la página se ofrecen algunos ejemplos o sugerencias para la creación de los afiches los cuales según informan, estarán a la venta aunque no se especifica precio aun. Confieso que tengo muchísima curiosidad de ver los diseños finalistas, si éstos serán los de artistas emergentes o de artistas establecidos, y si este tipo de convocatoria dará pie a otras iniciativas para el estímulo de la creación artística como parte de un plan de política pública. Sabemos el potencial que tiene la imagen de crear una opinión pública sobre ideologías. Lo vimos en la campaña presidencial del 2008 precisamente con el afiche de la imagen de Obama, entonces candidato a la presidencia, creado por el artista gráfico Shepard Fairey, el cual resalta el rostro de Obama en rojo, azul y crema, y que está acentuado por la palabra hope en unos ejemplares o change en otros. Esta se convirtió en la imagen icónica de la campaña de Obama y lo que éste representó para muchos americanos durante la misma.
Veremos qué resultado tiene la convocatoria para los afiches en menos de un mes. Y por supuesto, en menos de un mes también el Congreso tendrá que decidir si aprueba el proyecto de ley o no. Algunos expertos indican que es posible se aprueben sólo algunas secciones del mismo pero poco probable la aprobación del proyecto íntegro. De cualquier manera, habrá que ver qué papel jugarán estos afiches no sólo en la política del momento, si no a largo plazo el impacto que tengan en la historia del arte americano como la tuvieron las obras creadas por aquellos que empleó el Federal Arts Project en la década del '30 y el '40. Sólo el tiempo dirá.
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